miércoles, 3 de febrero de 2010

Escena dos: De cuando se levanta con sabor a plata

La lengua se me pega en el paladar y los labios truenan cuando los despego para bostezar. Un terrible sabor a plata invade mi lengua. Hoy por la mañana siento la muerte del hombre que fui ayer. A veces uno vive suficiente en una noche y muere al amanecer. Sólo que de esa vida no recuerdo mucho. Haciendo autopsia del cuerpo: se encontró polvo en la nariz, teoría: cristalizó las ideas; se encontró una espesa saliva sabor cuchara: se bebió la cantina. A veces uno se cuestiona cuántas veces se podrá morir en una misma vida. A mi vecino le dio un paro cardiaco cuando descubrió que le excitan los hombres de falda, y hoy vuelve a caminar. El rojinegro se ausentó de la vida después de que perdió otra vez su equipo, y hoy regresó a la butaca de su escuela. Cuántas veces podrá revivir un hombre en un mundo donde la escena se adorna de enfado, estupidez y arrogancia. El hombre insiste estupidamente en vivir, el hombre comete la misma estupidez en cada una de sus vidas. Esta mañana no reparo en mi mismo. Las líneas blancas que borré no cristalizaron del todo la idea. Algo falló dentro de la cabeza y el cuerpo amaneció con breves manchas de sangre. El mejor obsequio que puedo dar, es esconder el cadáver de quien fui ayer. Revivo para recogerlo y esconderlo.

3 comentarios:

  1. de la muerte al renacerr... Un abrazo mi querido escritor :)

    ResponderEliminar
  2. Me has dejado con mucho que pensar acerca de mis muertes y mis vidas por vivir, ya que coincido mucho contigo en que hay muchas marcas de lo que somos cada dia pero cada marca nos pierde un nuevo acto en nuestro presente!
    Bastante bueno! felicidades!

    ResponderEliminar
  3. Y pensar que algunos locos y sus filosofías afirman la importancia del saber vivir. Total, si el vivir muchas veces es el caer, o como dices tu, el morir, simplemente para levantarnos y aprender de los errores y seguir nuestro camino en esta vida de misterios. Y pensar que la luna cae en un frio enero, y que febrero solo tiene unos cuantos días, y la muerte es segura, más el revivir cada noche y morir cada mañana depende de cada uno de nosotros. ¿tienes ganas de vivir?

    Con aprecio,
    Aquiles

    ResponderEliminar